¿Por qué muchas personas no alcanzan sus sueños?
Muchas personas buenas, capacitadas para triunfar y con grandes oportunidades en sus manos, no llegan a cumplir sus sueños y no sólo ellos, sino mucha gente que los observa se pregunta ¿Por qué?
Hay varias razones, como los pensamientos negativos, el miedo, la falta de motivación, que te llevan a quedarte estancado. A veces no estamos estables en nuestra fe o no creemos por suficiente tiempo. El no llegar a cumplir tus sueños no tiene que ver necesariamente con el hecho de cometer errores, sino más bien con no mantenernos consistentes y coherentes en lo que hemos creído, sobre todo si está en orden con la Palabra de Dios.
Se han escrito muchos libros sobre cómo cumplir nuestros sueños y la mayoría se convierten en éxitos de librería. Algo interesante es que las tedencias motivadoras están siempre basadas en la Biblia aunque no le den crédito. Lo que los esotéricos llaman: ¨Declarar¨ está en la Biblia y tiene que ver con pronunciar con nuestra boca lo que queremos ver hecho realidad. No se trata del poder de tu mente deseando y pensando según tu humanidad, sino del poder que Dios puso en tu mente, en tu boca y en tu voluntad, que cuando se alinea a la de ÉL, se convierte en una poderosa fuente de acción y éxito en todo lo que emprendas.
Luego de ponernos de acuerdo con Dios en que aquello que deseamos no es contrario a su voluntad, entonces es necesario ponernos de acuerdo con nosotros mismos.
Muchos de nuestros sueños, metas y peticiones no se están cumpliendo porque le pedimos a Dios todo el tiempo con pensamientos contrarios a lo que deseamos.
Con nuetsro corazón queremos prosperar, pero con nuestros pensamientos queremos quedarnos estancados o ir para atrás, a veces porque no estamos dispuestos a dejar de lado algunas cosas que nos gustan y que realmente nos impiden avanzar o porque no creemos en realidad que podemos llegar lejos.
En sicología hay un término que se usa en estos casos: Disonacia Cognitiva, cuando lo que dices es distinto a lo que crees, cuando lo que haces es distinto a lo que sabes. Esto se aplica a las personas cuando hay una gran diferencia entre lo que dice que quiere y lo que está creyendo. Con nuestros pensamientos creemos algo, con nuestras palabras decimos otra cosa y con nuestras acciones vamos también por otra ruta.
Preguntémonos entonces:
¿Qué estás diciendo o haciendo sonar?
¿Qué estás pensando?
¿Qué estás sintiendo?
Esas áreas en diferentes rutas, no te permiten ponerte de acuerdo. La palabra de Dios dice que si nos ponemos de acuerdo, Él escucha en el cielo. (Mateo 18:19)
Es que el éxito está en el poder del acuerdo y no solamente el acuerdo entre dos o más personas, tienes que estar de acuerdo contigo mismo.
Tu espíritu, tu mente y tu alma deben estar en acuerdo con la consecución de tus sueños.
La Biblia nos habla de la importancia de este acuerdo aún en la Salvación, tal y como lo expresa en Romanos 10:9
cuando dice que todo aquel que confesare con su boca y creyere en su corazón que Jesús es el Señor, será salvo.
Sé consistente, pónte de acuerdo contigo mismo, con Dios y con tus compañeros de equipo ¡y verás abrirse las ventanas de los cielos!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 Responses so far.
Publicar un comentario