¿Qué hago cuando lo que tenía que salir bien salió mal?
¿Qué hago cuando este matrimonio se va en caída libre? ¿Qué hago cuando la situación con los hijos es insufrible?¿Qué hago cuando lo que Dios ha dicho no se parece a lo que estoy viviendo?
¿Qué me queda cuando ya lo he tratado todo: consejería, sicoterapia, coaching? Todos me han aconsejado pero continúo en crisis, sin ver relsutados.
Este es el clamor de mucha gente y nuestro entrenador en vida cristiana nos comparte lo que él llama el secreto más grande de su vida:
La oración.
¡Cuán poderosa es la oración!. Hay un poder subestimado que no hemos descubierto respecto al tema de la oración. La oración es el recurso más poderoso que Dios le dio al hombre, es el poder más impactante que Dios le concedió al ser humano.
La Biblia dice en el libro de Santiago, capítulo 5, verso16:
La oración eficaz del justo puede mucho.
Elias, un hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, oró fervientemente para que no lloviese y no llovió por más de 3 años y oró nuevamente y entonces llovió.
Las escrituras nos hablan claramente del poder de la oración. Hay algo muy importante que mucha gente no entiende: No hay nadie que no pueda orar.
Todos podemos echar mano de la oración. Todos podemos comunicarnos con Dios de una manera personal, orar con él, planificar con él.
Lamentablemente muchas personas viven una vida de ¨auto sabotaje¨, se llenan de culpa, de resentimiento, piensan que no son dignos de dirigirse a Dios. Sin embargo, Dios nos aclara que con respecto a la oración, cualquier persona que ore de manera eficaz y lo haga creyendo, verá resultados. La Palabra de Dios nos dice en Mateo 17:20 que necesitamos fe, sólo fe, como un grano de mostaza, ¡pero fe!, y veremos milagros semejantes a una montaña que se mueve de un lugar a otro. Jesús hablaba en parábolas, pero aquí dejó un mensaje claro: Si tienes fe como un grano de mostaza, si orares sin dudar, podrías decirle a una montaña que se mueva de un lado a otro. También dice que nada nos será imposible si tenemos verdadera fe.
Otra escritura que nos habla de la oración como un arma es 2 de Corintios 10:4-6
Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,
derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.
La oración es un arma espiritual, por medio de la oración se destruyen fortalezas de adicciones, de temores, de enfermedades, de conflictos generacionales. Por medio de la oración se derriban argumentos que nos alejan de Dios. Por medio de la oración podemos trabajar en nuestra mente para obedecerle a Cristo por encima de todos nuestros pensamientos.
Ninguna herramienta humana supera el efecto de la oración sobre una persona en crisis. Es bueno recordar que el poder de la oración reside en el Dios a quien oramos. Nuestra conexión con Él nos lleva a orar para conocerle mejor, para recibir de sus atributos, Para que Estemos Bien...
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