Sandra Rangel, sobreviviente de cáncer y nutricionista, nos cuenta de su antes y después.
A los 29 años le encontraron cáncer en grado 3. Su alimentación en ese momento era predominantemente de carnes, proteína animal y muy rara vez comía proteínas vegetales o frijoles. Constantemente bebía muchas sodas y bebidas energéticas.
Luego de contraer cáncer, debió someterse a radiaciones y tratamiento agresivo en medio del cual, Dios le sanó de forma milagrosa, al punto que suspendieron su tratamiento.
Sandra tuvo una nueva oportunidad de vivir y comer mejor y esto es lo que ella ahora recomienda:
Cuidar nuestro curpo con responsabilidad como algo que nos ha dado Dios.
Comer y dormir bien
3. Evitar todos los alimentos que estén empacados y procesados, ya que son alimentos muertos
Prohibir en nuestra alimentación y la de nuestros hijos la comida chatarra, especialmnete salchichas.
Evitar las bebidas gaseosas, endulzadas o coloroizadas. Usar STEVIA como único endulzante.
Consumir muchos vegetales y frutas que tienen un alto contenido alcalino
Evitar las harinas, galleticas y derivados y consumir pocas carnes.
Sandra afirma, como nutriucionista, que el cáncer no puede crecer sin azúcar, de modo que evitarla nos coloca fuera de la línea de riesgo.
En el mes de prevención del cáncer, pasa la información. Ayudemos a prevenir esta penosa enfermedad que sigue cobrando víctimas.
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