La comunidad hispana del sur de la Florida despierta de lunes a viernes con Buenos Días Familia, un show diseñado para comenzar cada jornada de forma animada y optimista.

La señora Amalia padecía de artritis y reumatismo, pero esa no era la causa de su rostro endurecido. En realidad, siempre tuvo esa expresión proveniente de su inconformidad con la vida. La señora Amalia constantemente se quejaba de la casa que tuvo, que no era mejor que la de su hermana, de su trabajo en la oficina postal, el cual consideró siempre tedioso, a diferencia del trabajo de su marido que le llevaba a viajar de un lugar a otro. Así se pasó la vida deseando lo que los demás tenían. Se llama envidia, es un estilo de vida que hace daño, tal y como dice La Biblia en Proverbios 14:30

El corazón apacible es vida para la carne;
la envidia es carcoma de los huesos.

Aquí vemos que un corazón envidioso no es apacible, de modo que no hay paz en la envidia.

Todos hemos sentido envidia alguna vez. Si no lo crees, mira lo que dice el libro de Proverbios en el capítulo 23, verso 17:

No tenga tu corazón envidia de los pecadores,
antes persevera en el temor de Jehová en todo tiempo

Y es que todos en alguna ocasión hemos pensado y hasta dicho algo como ¨No puedo creer que esta persona, siendo un pecador, sin temor de Dios, prospere de esa manera..¨...¿O no?
La Biblia nos dice que perseveremos en la correcta manera de vivir que hemos escogido sin mirar los triunfos de los impíos.

Y para quien piense que la envidia es un pecado menor o que nisiquiera es pecado, leamos lo que dice el libro de Romanos en su primer capítulo, verso 29:

Están atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, y perversidades.

Nótese cómo la envidia aparece en el mismo rango de pecados como la maldad, la avaricia y las perversidades, las cuales abarcan todo tipo de aberraciones.
La Biblia también muestra la relación entre la envidia y las contiendas, podemos verlo en Romanos 13:13.

Finalmente, hablemos del antídoto para la envidia. Hace falta combatirla como se combate una enfermedad porque sus estragos afectan nuestro cuertpo, nuestra mente y nuestro espíritu. Esta medicina contra la envidia se llama AGRADECIMIENTO. Esta es una época ideal para comenzar a ejercitarnos en esta práctica. Mira a tu alrededor, encontrarás muchas razones para estar agradecido. Mira la cruz, concientiza cuán importante has sido para Dios, que dió a su hijo en sacrificio para que tú pudieras vivir eternemente. Es más que suficiente para estar agradecidos...

Para leer más mensajes del Dr. Edwin Lemuel Ortiz, visite: www.doctoredwinlemuel.com

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