Me gusta el cine en casi todos sus géneros. Hace algún tiempo vi una película llamada ¨La invención de la mentira¨. Este film en realidad se puede catalogar como una comedia pero nos abre los ojos a una inmensa realidad: Nadie dice toda la verdad y no estamos preparados para escuchar todas las verdades. Eso no significa necesariamente que mintamos, pero estamos acostumbrados a escoger, de nuestros pensamientos, cuáles son los que podemos compartir. Eso es un gran alivio, ya que a todos nos gusta la privacidad y el derecho a reservarnos nuestra opiniones cuando lo consideramos necesario es parte de la libertad que nos dio Dios. Pero volviendo a la película, imagínense un mundo donde la gente dice todo lo que piensa. Podemos ver escenas insólitas como por ejemplo, que alguien le diga a una orgullosa madre que tiene a su hijo recién nacido en brazos: ¨Tu bebé es realmente muy feo, espero que cambie cuando crezca¨ Una locura ¿Verdad?. Cosas como esta pasan en esta película, al punto que en la primera cita de una hermosa mujer con un caballero no muy agraciado ella le dijo: ¨La verdad no me atraes físicamente, pero si me invitas a cenar a menudo y veo que eres una persona estable, puede que salga contigo por algún tiempo¨. Esto destruye lo que muchos llaman la ¨magia¨de la primera cita.
Aunque usted no lo crea, algo similar puede pasar hoy en día y no es necesariamente porque la persona diga de si mismo o de lo que piensa de la otra persona. Es sencillamente porque cuando conocemos a alguien por primera vez y nos interesamos en esa persona, tenemos muchos recursos para averiguar lo que esa persona no nos dice. Esos recursos tienen que ver, por supuesto con Internet. El término ¨googléalo¨ es cada vez más popular como o es la costumbre de poner el nombre de una persona en el famoso buscador para ver algo de su vida. Por supuesto que las redes sociales como Facebook contribuyen mucho a que sepamos de una persona casi todo lo que necesitamos saber. Pero aquí surge la polémica: ¿Debemos investigar los antecedentes de una persona con quien comenzamos a salir de manera romántica o debemos esperar a que nos cuente de si mismo?
Leyendo la prensa internacional podemos encontrar respuestas. Creo que un vistazo rápido de los antecedentes puede ser algo muy sabio, y si no lo creen, veamos esta historia: En 2004, el fugitivo estadounidense LaShawn Pettus-Brown pasó una noche nada romántica con agentes del FBI después de que una mujer con la que había quedado para una cita se topara con su nombre en Google. En este caso el hombre era buscado por fraude, pero qué hubiera pasado si se tratara de un depredador sexual?
Para quienes piensan que se deben buscar esos antecedentes, hay páginas que facilitan la búsqueda como Gov-Resources y el mismo google, las cuales permiten investigar el récord de una persona de manera legal. A través de esta y otras páginas similares se encontrar información acerca de todos los registros públicos, delincuentes sexuales que figuran en su vecindario, antecedentes penales, teléfonos, registros de matrimonio y otros aspectos. Estas páginas también pueden proporcionar información acerca de la autenticidad de las empresas y situaciones de quiebras e inversiones.
De todas formas es insustituible la oportunidad de hablar de nosotros mismos y poder preguntarle a esa persona lo que queremos saber en una franca conversación que es la base del conocimiento mutuo. Sin embargo, por las dudas, hay quienes prefieren hacer uso de la tecnología por seguridad personal. Y tu ¿qué prefieres?. Déjanos tu comentario....
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