Un reciente informe publicado por el FBI aseguró que los índices de criminalidad han estado bajando este año en Estados Unidos
Los asesinatos descendieron 7,3%, los robos con violencia 8%, los asaltos 4,2%, las violaciones 2,6%, y los robos de autos 17,1%, según el informe "Crimen en EE.UU.", que resume las actividades de 2009. En el caso de los crímenes contra la propiedad, este es el séptimo año en el que se registra un descenso. Sin embargo, 1,3 millones de personas fueron víctima de algún tipo de delito con violencia y se perdieron unos US$15.200 millones en propiedades.
Una nota publicada por la prensa internacional dice que este hecho asombra a sociólogos, criminalistas y otros estudiosos, quienes están acostumbrados a que en malos tiempos económicos la delincuencia aumente. Aunque ellos estén sorprendidos, podemos entender esto como una buena noticia.
En un panorama más cercano a nuestro acontecer político del Sur de la Florida, hay mucha gente sorprendida con las declaraciones del actual gobernador del estado de Florida Charlie Crist, quien continuando su maquillaje de candidato republicano a independiente para el senado federal, afirmó recientemente su apoyo a las uniones civiles, a las adopciones por las parejas del mismo sexo y a eliminar la prohibición de las fuerzas armadas a los soldados que son abiertamente gays. Estas no son buenas noticias.
Se me ocurre fantasear con nuestro futuro en unos cuanto años. Se me ocurre pensar que podamos tener éxito en áreas como la seguridad ciudadana, la conservación del planeta, el crecimiento económico y los avances tecnológicos. Pero ¿Qué pasaría si lo que ahora llamamos tolerancia se convierte en un sistema de vida que todos debemos asumir? ¿Cómo sería un mundo con los avances antes mencionados pero sin el núcleo familiar establecido según su diseño original? ¿Se imagina usted una generación que pueda elegir su comportamiento sexual más allá de lo natural y que este pueda ser el común denominador?
Por un lado avanzamos y por otro lado estamos en el borde de una degeneración moral y espiritual que retrasa y hasta anula el verdadero progreso del ser humano.
La agenda que apoya las uniones civiles entre personas del mismo sexo se ha extendido por todo el continente y sorpresivamente ha encontrado oposición en países como Paraguay, donde el 12 de septiembre se inició la campaña "Queremos Papá y Mamá”, preparada por La Asociación de Colegios Privados del Alto Paraná, que busca frenar la intención de grupos homosexuales de legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo. El evento trata de informar sobre la cuestión, así como dar a conocer argumentos legales, sociales y científicos, del por qué no corresponden estas uniones no naturales.
En el marco de la campaña nacional “Queremos Papá y Mamá”, se prepara para el 22 de setiembre próximo una conferencia bajo el tema “Relación Varón-Mujer, ¿Perdió vigencia?” El taller estará a cargo del reconocido Dr. Francisco Oliveira, conferencista internacional y escritor de varias obras. Por otra parte, en Asunción, las iglesias evangélicas están recogiendo firmas para protestar contra esa nueva ley que abriría la posibilidad de matrimonios civiles entre homosexuales.
Debemos ver las cosas desde un punto de vista auténtico, el relativismo moral por el que pasa la sociedad mina las familias, al punto de degradarlas.. No se trata, aclaro, de agredir o discriminar a las personas que se han declarado homosexuales. Vivimos en un país que otorga absoluta libertad a las personas de tomar sus propias decisiones y aún nosotros como cristianos debemos caminar una milla más amándoles como les ama Dios. Pero está claro que Dios aborrece el pecado y teniendo esto en cuenta, debemos tomar acciones antes de que sea demasiado tarde.
Como cristianos debemos ser consecuentes con nuestras creencias, defendiendo el derecho de nuestros hijos y nietos a disfrutar de una familia con mamá y papá, como la diseñó Dios para nuestra vida plena…. ¿Se te ocurre algo?
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